El problema que provoca la exposición a intensidades sonoras elevadas, especialmente cuando se prolongan en el tiempo o se realizan de un modo habitual es cada vez más preocupante.

Es algo evidente que los ruidos o sonidos elevados son dañinos para nuestros oídos. Pero ¿escuchar música también lo es?, ¿podemos escuchar música de un modo habitual desde nuestros reproductores personales sabiendo que no sufriremos daños auditivos?. Lo cierto es que oír música desde nuestro reproductor musical con cascos puede convertirse en un peligro en función de la intensidad sonora y del tiempo de exposición. El problema ha llegado a ser tan preocupante que incluso la Organización Mundial de la Salud advierte del peligro.

En palabras de la OMS: "Más de 1000 millones de personas de edades comprendidas entre los 12 y los 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos, lo que puede acarrear consecuencias devastadoras para su salud física y mental, educación y perspectivas de empleo".

Lema de la OMS: Para oír de por vida, ¡escucha con cuidado!

Cada año la OMS escoge un lema sobre el que centrar su campaña con motivo del Día Mundial de la Audición y este año ha sido "Para oír de por vida ¡escucha con cuidado! Este lema deja en evidencia los peligros que tiene no prestar atención al cuidado de nuestra Salud Auditiva.

«Millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición debido al uso inapropiado de dispositivos de audio personales y a la exposición a niveles de sonido nocivos en lugares como clubes nocturnos, bares, conciertos y eventos deportivos», señala la Dra. Bente Mikkelsen, Directora del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS. Y añade: «El riesgo se intensifica por que la mayoría de los dispositivos de audio, lugares y eventos de entretenimiento no ofrecen opciones de escucha seguras y contribuyen al riesgo de pérdida de audición. Por ello, la nueva norma de la OMS tiene por objeto ofrecer mejores salvaguardias a los jóvenes en sus actividades de ocio».

De hecho, se establecen una serie de recomendaciones para evitar dañar la sensibilidad auditiva que pasamos a relacionar:

• un nivel sonoro medio máximo de 100 decibelios
• seguimiento y registro constante de los niveles sonoros con equipos calibrados por personal designado a tal efecto
• optimización de la acústica y los sistemas de sonido de la sala para garantizar una calidad de sonido agradable y una escucha segura
• entrega al público de protección auditiva personal, junto con instrucciones de uso
• acceso a zonas silenciosas para que los oídos descansen y disminuir el riesgo de daño auditivo; y
• formación de los trabajadores y distribución de información entre ellos.

Desde Oírte+ le invitamos a llevar unas prácticas sanas desde un punto de vista auditivas. Una de ellas consiste en Evaluarse la Audición, al menos una vez al año y por ello le invitamos a PEDIR CITA cumplimentando el siguiente formulario

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